“Cuando escuchen un tango, la gente que
sufra de mal de Parkinson querrá dirigirse a la pista de baile”.
Es la conclusión de un estudio de la
Universidad de Washington, en Estados Unidos, según el cual cuando estos
pacientes toman clases de tango, observan una mejoría en su equilibrio.
Entre quienes sufren esta dolencia, los
problemas para caminar y de equilibrio son comunes y les suelen causar caídas.
Los investigadores recordaron que entre las dificultades más comunes figura la
costumbre de arrastrar los pies al caminar y molestias para girar mientras se
camina. Los pacientes con Parkinson pueden llegar a experimentar una repentina
sensación de "congelamiento", que les puede provocar un ritmo más
lento en sus movimientos y en algunos casos los obliga, directamente, a
detenerse. Tienen también dificultades para caminar y realizar otra actividad
al mismo tiempo.
Este estudio apareció publicado en el
Journal of Neurologic Physical Therapy. Su principal autor fue Madeleine
Hackney, de la Facultad de Medicina de la Universidad de Washington en St.
Louis, Estados Unidos.
Los investigadores describieron lo
ocurrido cuando 19 pacientes con Parkinson recibieron 20 clases de tango o de
ejercicio. La clase de ejercicio consistía en una hora de movimiento con sillas,
o con éstas como apoyo simplemente. La clase de tango era más enérgica y se
centraba en movimientos de estiramiento, equilibrio, trabajo de pies y coordinación
de tiempos.
Los dos grupos dieron muestras de un
mejoramiento general pero sólo a los estudiantes de tango pareció irles mucho
mejor a la hora del equilibrio. Según los científicos, los resultados son
auspiciosos pero será necesario realizar en el futuro más estudios sobre el
tema.
Para los argentinos, el tango también fue
motivo de estudio. En 1999, la Fundación Favaloro hizo un relevamiento sobre 10
parejas con un promedio de 50 años para saber qué ocurría fisiológicamente con
los bailarines en la pista. Los resultados demostraron que bailar tango tiene
valores similares a los que se recomiendan a los pacientes para prevenir
enfermedades cardíacas. Es decir, ayuda
a disminuir la frecuencia cardíaca de reposo y a aumentar la cantidad de sangre
que el corazón expulsa en cada latido. De ese modo, la eficiencia cardíaca
es mayor "gastando" menos energía para trabajar. En el sistema
circulatorio, además, contribuye a la
reducción de la presión arterial, a incrementar la circulación entre los
músculos y a disminuir la formación de coágulos dentro de las arterias.
Bailar tango tres veces por semana entre
45 y 60 minutos mejora la salud; ahora se sabe que también ayuda a luchar
contra el mal de Parkinson.
No hay comentarios:
Publicar un comentario