sábado, 27 de marzo de 2010

La piel, barrera o puente en Tango. Puente en Tangobica

La piel y el erotismo. La piel muralla o puente.
El erotismo es la percepción que excita nuestros sentidos para acariciarnos el alma.”
Conceptos elaborados por el Dr. León Gerner para Tango y salud, Tangobica , camino a la salud y el bienestar. Vea el artículo en Notas
La piel es el órgano que delimita el afuera del adentro, el que nos conecta sensitivamente con el mundo exterior, es a su vez, la vía de intercambio personal más profundo y placentero. Es el espejo de nuestra alma, porque a través de ella pueden ver como somos y cómo nos sentimos. Si estamos bien nuestra piel lo refleja, si estamos mal, también. Una buena parte de nuestra constitución como personas, en su inicio se debe al tacto, necesitamos ser tocados en un primer momento de nuestras vidas para saber quienes somos,  yo soy aquello que siento. Las caricias que una mamá le da amorosamente a su bebé  lo invisten de ternura y de energía vital, lo hacen existir. En un primer momento los niños pequeños no tienen inhibición a la hora de tocar, de besar, de abrazar. A medida que vamos creciendo, esta virtud es una de las tantas que vamos dejando atrás hasta  establecer casi una prohibición de la comunicación a través de la piel. Muchas personas no pueden disfrutar de las satisfacciones que nos regala la piel por miedo al contacto con el otro, “a contaminarse del mundo exterior portador de suciedad”, generando una muralla y un aislamiento que no hacen más que a la desdicha. A ellos les decimos que es necesario revertir esa situación para poder disfrutar, acariciar el pétalo de una rosa, la fina arena de la playa,  el cabello de un niño, la tierra recién  mojada por la lluvia, las frutas de la feria, el rostro de un ser amado, la mano de un amigo.De todas formas, la piel con su olor, con su tersura y su textura, con su color, y su apariencia toda es un poderoso instrumento de seducción. Es como si nuestro cuerpo estuviera envuelto con una enorme capa de erotismo, generador de un gran deseo y de placer. Tiene la capacidad y la sabiduría de dar y recibir, de absorber lo que nos hace bien y de expulsar lo que nos daña, de mostrar y de ocultar, de acercarnos y alejarnos al mismo tiempo.
La piel tiene un papel fundamental en Tangóbica, ya que en el baile los cuerpos se enlazan, estableciéndose entre ellos la corriente cálida de la permisividad.
Los cuerpos de los bailarines, con todos sus sentidos se comunican  desde la cercanía, generando la sensación de contención en el otro,  se estimulan las sensaciones táctiles, y despierta el erotismo. Creemos  que de manera lenta y progresiva puede ayudar a aquellas personas que como decíamos tienen dificultad para acercarse al mundo a través del tacto, así como aquellas que su erotismo se halla dormido como un volcán  pasivo pasible de despertar en cualquier momento. Dr Leon Gerner